Al fin se publica la esperada continuación del recomendable Boogie Beach Days (2009), con el que Elastic Band irrumpieron exitosamente en la escena hace tres años. Cierto es que la antepenúltima banda surgida de la inagotable cantera granadina alivió la espera con una reedición de su disco que incluía casi una decena de inéditos, pero la ansiedad que reclamaba a gritos la presente secuela buscaba descubrir qué rumbo definitivo tomaría la formación una vez probada su inquietud artística.
La formación capitaneada por Pablo Román y María Sánchez ya había demostrado personalidad propia dentro de la escena nacional, circunstancia certificada explícitamente en una segunda entrega que mantiene el aspecto vintage de un sonido construido tras picotear en varios corrales, justo antes de aportar su retorcido toque personal.
El anhelado M oo D (2011) no sólo evita radicalmente la decepción, sino que reinventa las bases y partituras de sus artífices con un álbum bailable que vira continuamente hacia diferentes y sorprendentes direcciones, sin renunciar a una complejidad sonora que evita la caducidad en plena celebración entre luces de neón.
Elastic Band pisan un asombroso terreno carente de límites y leyes, donde la voz insinuante de Pablo Román se abre paso a dentelladas entre pobladas, flexibles y fascinantes capas de sonido que proclaman la vigencia de texturas setenteras ante una experimentación de meritorios resultados. Un nuevo traje que los etiqueta como formación ecléctica, lúcida y en pleno estado de forma, tras desenvolverse con valentía a través de una evolución tan escandalosa como el colorido diseño gráfico que lo envuelve.
La formación capitaneada por Pablo Román y María Sánchez ya había demostrado personalidad propia dentro de la escena nacional, circunstancia certificada explícitamente en una segunda entrega que mantiene el aspecto vintage de un sonido construido tras picotear en varios corrales, justo antes de aportar su retorcido toque personal.
El anhelado M oo D (2011) no sólo evita radicalmente la decepción, sino que reinventa las bases y partituras de sus artífices con un álbum bailable que vira continuamente hacia diferentes y sorprendentes direcciones, sin renunciar a una complejidad sonora que evita la caducidad en plena celebración entre luces de neón.
Elastic Band pisan un asombroso terreno carente de límites y leyes, donde la voz insinuante de Pablo Román se abre paso a dentelladas entre pobladas, flexibles y fascinantes capas de sonido que proclaman la vigencia de texturas setenteras ante una experimentación de meritorios resultados. Un nuevo traje que los etiqueta como formación ecléctica, lúcida y en pleno estado de forma, tras desenvolverse con valentía a través de una evolución tan escandalosa como el colorido diseño gráfico que lo envuelve.
http://muzikalia.com/leerdisco.php/2935/elastic-band-/m-oo-d
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